23 de marzo de 2011

Misiones, realidad y Siglo 21

Es difícil hablar de misiones en contextos tan difíciles como los que vivimos hoy. Es difícil pensar en gente que deja su casa y su parentela para ir a sumergirse en culturas sumamente distintas.

A veces me pregunto qué pasa con todos esos misioneros que dejan su vida por el Evangelio y años después se encuentran cansados o solos, o sin apoyo económico. Sin embargo, nada parece frenar este evangelio que corre sin límites o fronteras.

Hace no mucho, pude leer de gente muy preparada en misiones; leí sobre planificación y entrenamiento. Todo esto me hizo pensar en cómo muchas veces hacemos culto al estudio y nos preparamos para tareas que nunca realizamos. Gran porcentaje de las personas que se encuentran en el campo hoy, no son licenciados en misiones.

El modelo de misiones va cambiando día a día, los esfuerzos crecen. Hoy, en una reunión, escuché de cómo hay nuevas Escuelas de Discipulado y Entrenamiento en América, hablamos de las 30 escuelas que vamos a tener en este 2011 en nuestra amada Argentina; equipos de rescate, consejeros y tantas otras cosas que pasan y van a seguir pasando gracias a muchos hombres y mujeres de Dios de los cuales su virtud no está basada en dones o talentos, sino en escuchar a Dios y obedecerle. Porque al final del día, ¿de eso se trata no?

El mundo está esperando reconciliadores, esos valientes que se atreven a vivir en un milagro permanente, esos que no le temen al futuro y sueltan el control para que lo tenga Él.

Si tienes alguna inquietud, pregunta u observación con respecto a las misiones, por favor escríbenos o deja tu comentario en nuestra página web.

Por: A. Astrisky

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